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Se juntan los viernes en la UTN para desarrollar temas de ciencia. Desde física cuántica, astronomía, pasando por neuroingeniería, nanotecnología, filosofía, energía nuclear…la enumeración podría continuar... ése es su motor para los encuentros, el amor por la ciencia, el gusto por analizar, teorizar, aprender. Este saludable “berretín” tomó forma hace dos años como grupo, al que denominaron “Ateneo, Amigos de la Ciencia”.
Conocé semana a semana las actividades del AAC en el sitio web de GRADUADOS

Algunos de sus miembros transitan la etapa de su jubilación, otros en cambio están formalmente en plena actividad pero, más allá del calendario y dado que el tiempo es relativo, no cuentan acá los años, ni las disidencias, sino el intercambio de conocimientos y experiencias.

Una reunión semanal
Los viernes tienen su reunión semanal en aulas de la UTN, para la que alguno de ellos prepara un tema en el que es idóneo y lo expone para el resto de los integrantes. Otras veces el punto de partida es un video de YouTube, algún Paper o alguna experiencia personal de un viaje para investigación o desempeño de la profesión.
“Ateneo, Amigos de la Ciencia” es un grupo abierto, actualmente suma unos veinticinco participantes estables y otros veinte, entre personas que han dado algunas charlas o asistido como oyentes a algunas otras. No es necesario tener un título profesional para incorporarse al mismo.
Fue creado por un pequeño grupo de ingenieros en electrónica de la UTN Mendoza, a principios de 2017 y luego de unos meses se enmarcó en el departamento de ingeniería electrónica FRM y cuenta con el apoyo de la Dirección de Graduados de la facultad.

El origen
Raúl Pía y Roberto Lauro, ex compañeros del secundario, de la décima promoción del Liceo Militar General Espejo, ambos ingenieros y docentes jubilados, iniciaron el Ateneo con reuniones en la casa de alguno de ellos o en un salón de un hotel- gentileza de un amigo-, hasta que gestionaron un marco más institucional y un espacio físico fijo. 

“Me pidieron que los cobijara bajo el paraguas del Departamento”, recuerda el Ing. Hugo Morales, director de Ing. Electrónica FRM, y recuerda con gusto: “además deseaban cursar como oyentes Física Nuclear y Mecánica Cuántica por eso hablé con los profesores y esto se pudo concretar”.

Raúl Pía define al Ateneo como “un grupo de amigos donde se evita querer prevalecer y se prioriza el respeto entre todos y la sinergia”, y agrega: “consideramos muy importante el buen humor y la buena onda”.

Roberto Lauro comenta: “después de jubilados decidimos juntarnos, al principio éramos pocos pero el grupo creció y ya se hacen presentaciones de bastante nivel, estamos contentos de lo que aportamos”. 

Más voces
El Ing. Eduardo Serdoch, “electrónico”, graduado en 1975 en la FRM, relata que en el contexto de un asado de antiguos egresados lo invitaron al Ateneo.
Desde 2016 está jubilado “luego de 32 años frente a alumnos”, pero se define “eterno estudiante”. Su primera conferencia para el Ateneo fue en mayo de 2018 y ha dado tres más hasta el momento.

Si hay algo coincidente entre los consultados, es el entusiasmo, el espíritu inquieto y muchas ganas de aprender.
Al caso viene una anécdota que Serdoch comparte con nosotros.
La situación se presenta cuando realizaba un trámite para el cual debía llenar un formulario. Al ser preguntado sobre su profesión, él respondió: “estudiante”. La respuesta provocó sonrisas, tanto en la empleada que lo atendía como en él, pero redoblando la apuesta continuó: “me he jubilado como docente y como ingeniero, pero como estudiante no pienso hacerlo”. _ “Qué bonito... entonces, ¿qué ponemos?”, inquirió la agente. “Lo que Ud. prefiera” le dijo él. (“Creo que finalmente puso `ingeniero´… me da igual”).

María Celeste Gardey Merino, ingeniera dedicada a la Nanotecnología, es uno de los miembros no permanentes, ha dado dos charlas y concurrido a una. Su opinión sobre lo que se hace en el Ateneo: “está bueno, se tocan temas que uno no ve académicamente y se los profundiza… es una oportunidad para difundir los temas que uno trabaja y llegar a personas a las que quizás uno no llegaría”.

Por otra parte, Cecilia del Rosario Jaime, profesora de lógica y filosofía, egresada de la Universidad Católica de Córdoba, se acercó al Ateneo convocada por el Ing. Hugo Morales, por su interés en la Física Cuántica y la Mecánica Cuántica. “Participé de las charlas, me pareció muy interesante todo, muy abierto el grupo en recibir personas de todas las formaciones y niveles”. 
“El hecho de que a uno lo inviten a dar un tema te hace sentir reconocido, son muy respetuosos muy cálidos, es muy positivo a nivel emocional”, refiere Mª Celeste respecto a sus compañeros del Ateneo. 

Por su parte, Raúl Pía expresa: “Es más fácil entender temas cuando se los comenta y discute, además todos deseamos tener las neuronas activas por mucho tiempo... …es ser alumno nuevamente para tratar de aprender sin buscar diploma o título”.

La reunión semanal se realiza en un aula equipada con computadora, cañón de proyección y sonido. Además se les provee, para la difusión, de afiches y espacio en la radio FM UTN.

Cada viernes a las 17 horas, a la disertación sigue el debate y el análisis, como formas de mantenerse actualizados y de sentirse vigentes, con la mente ocupada, haciendo amigos y compartiendo el gusto por no dejar de sorprenderse y aprender. // Nancy Sabatini- Prensa UTN FRM

PaRa LoS jÓvEnEs

“A los estudiantes les digo que los únicos que te van a ayudar son tus padres y tus profesores… eso es alentador... éstas mismas palabras las encuentro hoy en un libro de entrelazamiento cuántico que es lo otro que estoy estudiando, dice las mismas palabras, las tengo resaltadas en amarillo…
... hasta el día de la muerte hay que aumentar el rendimiento físico y del cerebro, yo me estoy entrenando, yo fui remero y pienso participar en (el club Mendoza de) Regatas, a mi altura por supuesto”. Ing. Roberto Lauro (74 años)

“...Creo que es ideal que los chicos que están ingresando a la formación académica también tengan esta forma de mirar el conocimiento quizás más amplia, menos rigurosa, y para los jóvenes en general yo creo que en el periodo que estamos, es fundamental que empecemos a cambiar de cabeza en la manera de relacionarnos con la realidad, con el conocimiento, con los avances, con todo lo que nos rodea porque el hombre del futuro creo que es una consecuencia de esto también. Creo que habrá modificaciones evolutivas que están asociadas al conocimiento, por ello la apertura a la Ciencia más allá de que se dediquen al mundo científico, es importante para una adaptación correcta a la realidad”. Lic. Cecilia Jaime (54 años)

“A los jóvenes me interesa decirles que ocupemos espacios para la reflexión, para el debate, para profundizar en una dirección donde podamos ir transformando nuestra sociedad, ir acortando las distancias para las personas que no han tenido esta posibilidad e ir transformando cosas que nos parecen injustas, yo creo que ese es el sentido de la universidad: ir transformando nuestros propios medios, llegar a la gente que no ha tenido la misma suerte y sobre todo ir planteando ciertos debates acerca de ir cambiando ciertos paradigmas, ciertas formas, como que estos espacios se vayan completando con personas de diferentes géneros y que podamos seguir creciendo, llegando a la sociedad y ayudando en la medida en que se pueda”. Ing. María Celeste Gardey Merino (41 años)

“(el Ateneo Amigos de la Ciencia) es un grupo que pretende dejar un legado a los jóvenes; sabemos que más temprano que tarde, ellos deberán continuar con esta costumbre tan saludable. Los beneficios son casi obvios: mantenerse mentalmente activos, actualizados, y saber que hoy –frente al facilismo que invade a gran parte de la sociedad, del que no estamos exentos en las universidades- ver a estos “viejos” desparramar entusiasmo por el conocimiento de las ciencias (también incluimos cultura general y Filosofía), tiene que ser un factor de tracción para los estudiantes. El ateneo goza, disfruta de un ambiente amistoso, sin “estrellatos” ni egocentricidades; generosidad. No se permite discusiones ideológicas, ni de etnias, de credos, de géneros”. Ing. Eduardo Serdoch (68 años)

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